La Industria 4.0 es la forma en que denominan los expertos al proceso de digitalización del tejido industrial. Generalmente, la Industria es más conservadora y menos dada a los cambios tecnológicos, seguramente por la gran inversión que este tipo de maquinaria provoca y la incertidumbre de un modelo cambiante. Pero la aparición de software industrial capaz de automatizar procesos industriales, la mejora de la eficiencia y la producción de las plantas, la robótica, el análisis masivo de datos (Big Data) o la capacidad de llevar a cabo proyectos en remoto han hecho cambiar de pensamiento a muchas compañías del sector industrial. Por lo tanto, son estas tecnologías, junto con el cambio de mentalidad necesario para ejecutarlas de forma eficiente, los componentes imprescindibles de la denominada Industria 4.0 en España y Europa.
Dicho de otra forma, todo el proceso relacionado con la Industria 4.0 está estrechamente ligado con la Transformación Digital pero a nivel productivo e industrial a gran escala. Este hecho, que se presenta irreversible y necesario para el avance de las sociedades modernas, lleva consigo una serie de implicaciones que lo hacen profundamente especial:
Internet de las Cosas: el IoT ha revolucionado la forma en que entendemos la conectividad en el mundo, y para la Industria esta tecnología ha supuesto un antes y un después a la hora de llevar a cabo determinadas acciones. Gracias a los dispositivos interconectados pueden realizarse proyectos en remoto y recopilar todo tipo de datos que sirven para mejorar la productividad, eficiencia y resultados de la Industria. Por eso, es importante que las empresas inviertan en el Internet de las cosas para posicionarse como una empresa competitiva durante los próximos 10 años.
Big Data y análisis de datos: vinculado con el punto anterior se encuentra el Big Data, gracias al que se pueden extraer conclusiones a gran escala para mejorar la eficiencia y el tejido empresarial de la Industria. Ese es el objetivo de la Industria 4.0, la digitalización y ejecución mediante datos.
Ciberseguridad: esta es posiblemente una de las implicaciones más importantes que traerá consigo la Industria 4.0, ya que el avance del IoT en la Industria y también en la sociedad generará resquicios y fallos de seguridad que los hackers podrán utilizar de forma malintencionada. Por eso, es importante que la Industria se prepare para blindar toda la información confidencial de la que disponga.
Cloud Computing: una auténtica revolución que permite gestionar bases de datos enteras en la nube, con todas las implicaciones industriales que eso supone (ahorro de espacio material, mejor organización y gestión de documentos…).
Robótica: el futuro ha llegado y los robots cada día son más completos y capaces de realizar las tareas humanas con más precisión y velocidad. La inversión para este tipo de tecnologías es alta, pero el rendimiento a medio y largo plazo es exponencial, de ahí que la Industria tenga que adaptarse rápidamente a este nuevo contexto.
Cultura empresarial: los robots, la automatización, el software industrial…todos los elementos que componen la denominada Industria 4.0 provocarán cambios en la forma de gestionar las empresas e, incluso, en el rol de los trabajadores. Estos tendrán que adaptarse a la nueva realidad y realizar tareas de apoyo y mantenimiento a la robótica, haciendo que el trabajo manual desaparezca pero que a la vez se creen nuevos puestos de trabajo hasta hoy desconocidos.
En definitiva, la respuesta de qué es la Industria 4.0 es clara, aunque cambiante. El entorno en el que vivimos es disruptivo y por lo tanto las herramientas tecnológicas con las que contamos son ideales para crear nuevos proyectos y realidades. Ese hecho hace que, muy posiblemente, este artículo quede obsoleto en uno o como mucho dos años.